sábado, 17 de mayo de 2008

¡No con mi dinero!



Día sí, día también nos topamos con la decadencia de la televisión pública. Podemos entrar en análisis varios, pero lo que está claro es que aquí el problema es más que de fondo. Poco deben saber de televisión los mandamases del mal llamado ente cuando programan peor que una tele localista de cuarta regional. Apuestan por productos que, buenos o malos, no saben promocionar ni integrar en las parrillas (dos), con lo que caban su propia tumba de audiencia.
Hace ya tiempo que el espectador medio dejó de recurrir al referente de la uno y dos, en vista de sus malos resultados. Me niego a creer que se debe, en realidad, a su perfil de público. ¿Acaso los pogres nunca ven la caja tonta? No, debe ser que son tan intelectualoides que no se enchufan. Me río de Janeiro. El tema es que desde que lo sociata está al mando el ídem dejó de lado la propuesta pública, y eso que no han hecho mucha progresía propiamente dicha. Pero claro, antes el modelo era de lo rancio, de Anas con siete, de Urdacis encorbatados, de Noches que Apestan y series B. Tremendo constatar que ése es el perfil mayoritario de la pública, porque no imagino a Botella y secuaces siguiendo esa programación tan gaviota ella...
Últimamente asistimos a las migajas, al deshilachado temporal de la dualidad que pagamos con nuestros impuestos. Y por ahí no paso. Encima para que hagan sangrías con el personal y amañen los accesos a los ilusos opositores. Triste, no, lo siguiente. Como el plantel de nuevos productos. Retiran sin dar tiempo esa serie insulsa, encabezada por el supuesto chico Rueda. Fuera de lugar, su nombre, del todo premonitorio. Y ahora anuncian otro invento danzarín, con la ceja de Sobera bien levantada. Esperemos que sea lo único que empine el buen vasco.
Pero más allá de eso, es triste el mal trato al que someten a series de calidad como Mujeres Desesperadas, Perdidos, Reunión, Sobrenatural... No saben el producto que tienen entre manos y lo relegan a horarios o repeticiones imposibles. Confundiendo al espectador y generando un patetismo impropio. Me duele, me enerva y me indigna.

Por una televisión pública de calidad, no enchufes TVE.

jueves, 8 de mayo de 2008

Lo, lo, lo



Cómo están las cosas catódicas. Estoy por tirarme de los pelos de las antenas y acabar electrizado ante el panorama de ridiculeces varias que pueblan nuestra parrilla con peligro de contaminación masiva. Las nuevas ediciones de Operación Tormento y CutreModeli son heavys en sí mismas, con protipos/as de hacer zapeo o apagado ad infininitum. Pero encima sigue dando guerra esta reyerta contra la intimidad que dice jugar con las vidas de unos ilusos que por dinero se someten al polígrafo y enseñan sus vergüenzas. Las preguntas de ayer, incidiendo en masturbaciones en casetas de perro y multiorgasmos me parecieron más que innecesarias. Qué pena que la presentadora enchufada del canale chincue se preste a poner rostro a este vertedero amarillo fuerte.
Pero es que los colmos nunca son suficientes. Estos días asistimos atónitos o beodos a la polémica de la tanqueta de Leganitos, la mujer de la unicanción que ahora quieren tirar por los suelos. Nunca un par de letras dio tanto juego y un premio mayor en la UE, pero ahora los aliados de la campaña marketiniana del todo vale quieren arruinar el poco prestigio de la doña. Y claritito, ella se ha puesto como una foca monje defendiendo lo suyo con uñas, dientes y taconazo al ristre. Quién es un pasayo y sus payasadas para negar su victoria. ¿Qué hubo tongo? ¿Cuándo no lo hubo? Pero el valor que reinvención y de diva en la memoria colectiva nadie se lo puede arrebatar a María Victoria de los Ángeles. Aunque ya sabemos cómo se las gastan algunos, que dicen ser adalides del sentido del humor y lo que practican es un grueso ídem, que llega a dejar en evidencia sus estrategias. Y es que, antes o después, sale a relucir lo peor de cada uno. Ya sea en un canal de mass media que una minoría de regalo estatal.
Así que la parrilla está que trina con tanto episodio de tensión. Las cifras de audiencia se vuelven locas. Los números no cuadran y en los despachos algunos mandamases empiezan a estar nerviosos. Se avecinan tiempos de más caña, todo sea para comprobar el umbral real de este país adosado a la pandereta. Y aunque algunos pretendan vender la imagen de lo blanco nuclear, reinventando o reventando formatos, no hay nada que hacer. O casi nada. Pintan malos tiempos y puede que lo importado nos salve. Porque ya es triste que las nuevas series sean copiadas de otras de su rango, con lo cual el talento parece haberse tomado unas vacaciones indefinidas. O lo mismo está haciendo cola para hacer trabajo o pensando si aceptar unas prácticas o un proyecto de salario prometido...
Si es que lo audiovisual está muy mal.

jueves, 1 de mayo de 2008

Parrillada vaciada



El calendario nos trastoca a todos y los programadores de televisión no se escapan de festividades y puenteces varias, pero se olvidan de los sufridos inmóviles que permanecen ante la rutina catódica. Aunque la realidad es diferente y ante los ojos aparece una pantalla bajo mínimos, de rellenos y refritos imposibles. Por no hablar de esas películas rescatadas del baúl de las sandeces pseudo-cinematográficas. Todo en un auténtico despropósito para el televisor que no tiene más remedio que cultivarse de otra forma más útil que ante la cutrería de retransmisión en falso directo.
En estos días puentiles nos esperan repeticiones de cazatalentos en humillación constante, de ilusiones en caja tonta, de noticias de las desnoticias, de surrealismos cubre huecos programáticos, de revisiones de lo peor y más grueso, de chismorreos de cuarta y de retransmisiones de la vacación ajena ante el tiempo dictatorial. Unos emplayados, otros encajonados.
Todo sea por acercarse a la miseria que alberga este medio televisivo que decae en su propio fondo. Alguien en heroicidad tendrá que bajar a rescatarlo con sus infecciones y dolencias cuasi crónicas. Enfermedades sin cura y al aire en estas jornadas de la nada, del limbo de bienvenida mayera.
¿Pero quedarán trabajadores en las cadenas? Si les hay, feliz día por serlo. A ti, también. Pero hagas lo que hagas ponte TDT.