domingo, 1 de junio de 2008

Anita Ooooooo



Qué tremenda que es la intrahistoria de la televisión y el famoserío. Es como un cuadro eléctrico siempre interconectado y con peligro de ruptura de cables y ficciones. Esta semana, sin duda, todos hemos asistido entre lo hilarante y lo patético al episodio de 'Ana Obregón y los matones de Miami'. No tiene guasa, que no, pero es triste que a estas alturas de partido mediático historias de esta índole aún se produzcan. Quizá en el calentón del momento la mamá bióloga, temerosa de que el culo de su hijo fuera vox populi -el suyo lo es cada verano y no precisamente por su tersura- corrió al teléfono y en un mano a mano violento y homófobo quiso pedir mamporros previopago para Jaime Cantiazo -ese yerno ideal que con unos morados y una dentadura imperfecta perdería toda su esencia-.
Ahora la justicia tendrá que poner los puntos sobre las íes en este presunto delito, intrincado con otro mayor de asesinato cuasi judicial, donde tiene todo que decir el matón a sueldo, cubreculos Obregones. Pero claro, la víscera catódica, con el griterío incorporado y la desfachatez por bandera han visto en esta historia la oportunidad de escarnio perfecta. De ser cierta la llamada y la petición violentada de Anita O. al pídeme-que-yo-le-pongo-el-ojo-a-la-virulé es algo que debe dirimirse en los tribunales competentes. Aunque los latidos corazoneros no dejan escapar ni media. Aunque sí Cantizano, con su presunta homosexualidad aireada y desarmarizada, que no quiere declarar ni en su programa, perdiendo audiencias millonarias pero generando más morbo al hecho delictivo y su variante en el océano petardo.
Sea como sea, maten a quien maten, insulten a quien insulten... La realidad televisiva deja mucho o más que desear. Parece que el rizo está suficientemente rizado, pero la verdad absoluta es otra, que nunca es suficiente y que lo peor está por llegar.
¿Qué será lo próximo? ¿Anita y los ochenta matones?

1 comentario:

Copito dijo...

Me encanta este blog, debo reconocerlo, divertido ya veces satírico e irónico, sigue así.
Yo tb a veces, estoy harta,jajjaj.
Besazos