miércoles, 2 de agosto de 2017

Del dicho al canteo



Sentados en sus despachos, rodeados de gráficas, con el teléfono echando humo, cruzando los dedos para acertar… No debe ser nada fácil ejercer de programador, incluso de directivo de una cadena de televisión. Tomar decisiones implica dinero (mucho) y personas (cada vez menos). Un fallo que, por pequeño que sea, puede ser el impulso para la competencia. En mi opinión, este perfil profesional requiere de inquietud, creatividad, riesgo, humildad. Rasgos que se traducen en estrategias y proyectos. Lo ejemplifica a la perfección Fernando Jerez, en #0, reinventando los términos catódicos y apostando por la diferencia sin titubear. Pocos ‘colegas’ pueden presumir de dobles saltos mortales, negando concesiones y jugando a los cromos repetidos. Es especialmente llamativo en el ente público, con una dirección nefasta de contenidos y la desconexión total con la audiencia. Los canales privados llevan años de tiras y aflojas, emulando franjas de emisión, cuando no parillas enteras. El giro al ‘blanco’ de Atresmedia redujo esta dualidad absurda, frente al colorido chillón de Mediaset. Aunque seguimos viendo cómo, de vez en cuando, los calcos catódicos logran estrenarse. Es el caso de ME LO DICES O ME LO CANTAS, la versión low cost de LA PARODIA NACIONAL. El que fuera formato inédito con Constantino Romero y su troupe de cantantes/humoristas, se presenta ahora en una especie de TU CARA ME SUENA paródica. Eso sí, el perfil de concursantes es mucho más bajo, intoxicado por la vorágine de Telecinco y sus caras visibles. Se cuelan algunos perfiles más actorales y musicales, perdidos entre la amalgama de excentricidades varias que campan a su anchas por los platós de Fuencarral. Salvo, como siempre, a Jesús Vázquez, perdido en un espacio que poco tiene que ver con sus recursos. Ni él puede tomarse en serio un bodrio semejante, con letras cogidas con pinzas, que pretenden ser la crítica social remasterizada.

Los productores de GOT TALENT esperaban reproducir sus días de gloria, pero con un programa tan poco atractivo no han logrado cautivar al espectador. Las pelucas de mala calidad, el vestuario digno de bazar, el sonido tan ramplón… Cualquiera cae en las comparaciones con el titán de Antena 3, que tan bien ha sabido posicionar el entretenimiento en una noche como la del viernes, en la que históricamente las familias se sentaban en el sofá a sorprenderse. Aquí hay poca tele que cortar, pese a contar con un buen plató, resulta más bien frío. Quizá sea la ausencia de directo que, a mi juicio, aporta muchos matices positivos al espectáculo. El fenómeno de Los Morancos, que triunfan en YouTube con sus videoclips dando zascas a la actualidad, parece un hecho aislado, con algún programa de humor en las autonómicas como excepción. Quizá la gente ha concentrado en las redes sociales sus ánimos de mofa y escarnio a los políticos o personajes dignos de titular. El supuesto karaoke con los números musicales no engancha, por mucho que la base sean hits reconocibles. El jurado tampoco suma demasiado. Cristina Rodríguez se pasa de protagonismo; Santi Millán no está en su salsa y se nota; Yolanda Ramos muestra un perfil más bien bajo tras la gloria del TCMS; y Jorge Cadaval hace lo que puede levantándose de la silla y aprovechando el estreno de su marido en pantalla. Leyendo comentarios, muchos señalaban que el fracaso no ha sido ni tan grande al tratarse de la temporada de verano. Aunque los mandamases se llenen la boca diciendo que para ellos todo el año es igual de importante, sabemos que es la época estival la apropiada para probar o lanzar compromisos sin mucha esperanza. El prime-time está muy pobre estos días, pero un show así, de semejante presupuesto y resultado, no se justifica.

Aunque quieran vender como correcto el 13,6% de share y los 1.793.000 espectadores de su estreno, anoche la sangría fue evidente, cayendo al 9,7% de share y un total de 1.181.000 televidentes. Veremos qué pasa las próximas emisiones, quizá vuelvan de vacaciones los amigos del género cantarín. Los mismos que esperan como agua de otoño pesos pesados como LA VOZ o el revisitado OPERACIÓN TRIUNFO. Esa batalla sí que se antoja interesante. ¿Cómo lograrán encajar las piezas los jefazos para ganar la partida? Tienen muchas horas de playa para pensar y darnos una tele digna, basada en la calidad, por favor.

# SÍ · Telecinco nunca tira la toalla con la producción propia. Prueba, con mayor o menor acierto, a plantear opciones donde la música siempre tiene protagonismo. Es algo muy de su ADN catódico.

# NO · Asumo que hay todo un equipo, con todo esfuerzo por sacar adelante algo así, pero podrían haber buscado nuevas fórmulas que alejaran del referente de éxito, véase TU CARA ME SUENA. Vale que, como elemento diferencial, los jueces ejercen como capitanes de equipo, pero se imitan demasiado los tempos, incluso las bromas colectivas. Chirría mucho. Demasiado. 

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