< ELLA ES TU PADRE >
Hacía mucho tiempo que Telecinco
no renovaba la cuota de ficción de humor. LA QUE SE AVECINA funciona muy bien,
pero hay que diversificar el catálogo. La premisa travestida resulta muy
absurda aquí, pero el trabajo solvente de Carlos Santos sostiene (o lo intenta)
la trama. El resto de interpretaciones son muy flojas, a excepción de la
brillante Belén Cuesta, siempre auténtica y de Goya. Lo de Rubén Cortada (desnudos mediante) no
tiene nombre, ni la inclusión con calzador de Alaska y Mario Vaquerizo. El guion
es simple y poco efectivo. Llegó bien por falta de competencia, pero no creo
que aguante toda la temporada y, si lo hace, será sufriendo. Dado que el lunes es
el día con más consumo televisivo no creo que Mediaset se permita el lujo de
confiar en un serial tan irregular.
< EL INCIDENTE >
Los directivos de Atresmedia han
necesitado pensárselo varios años para colocar esta historia. Con una buena
factura y un elenco de lujo, el balance final me resultó muy vacío. Retazos de
otras series ya superadas (como el embarazo de la virgen, a lo Jane ídem),
intrigas muy artificiales, esos puntos de drama cero sutil. El surrealismo no
vende, pienso que el televidente quiere sucesos reconocibles. Hablando de
emisiones generalistas, que hay muchas propuestas rarunas con tropas de fans,
pero no será el caso. Por mucho que Marta Etura preste sus constantes vitales
de ‘ay’ extendido en cada plano. Su supuesto traslado a La Sexta significaba una estrategia de
desconfianza total en la capacidad viral del producto, aunque quisieran venderlo como
una sinergia positiva. Al final se ha quedado en Antena 3, para hundirse con sus fatalidades frente a la competencia.
< HÉROES, MÁS ALLÁ DEL DEBER >
Los docurrealities tienen un
potencial muy fuerte. Con una gran realización y una línea gráfica impecable,
aquí nos presentan a cinco protagonistas cuyo trabajo merece focos y un
ejercicio de voyerismo descarado. Muy en la línea de POLÍCIAS EN ACCIÓN somos
testigos de detenciones, intervenciones médicas, incendios… Hechos que provocan
ese interés morboso que funciona de lujo. El extra es la parte emocional de los
héroes sin capa. Un buen prime time para Cuatro, que necesita de productos con
una continuidad como EN EL PUNTO DE MIRA. Remite un poco a los orígenes del
canal, aunque con la cuota amarillenta de Mediaset. Esa realidad que no
descansa, carne de titular, promete secuelas. Desde luego, prefiero esta premisa que las interpretaciones de CENTRO MÉDICO, muy poco creíbles, por mucha divulgación que hagan de los hechos clínicos.
< ESTOY VIVO >
Mi mayor aplauso va para este
experimento entre lo futurista y lo trascendental. Somos poco dados a hablar de
la muerte y el planteamiento tan peculiar del cielo y sus habitantes resulta
muy curioso. Quizá demasiado rompedor para el target objetivo del ente público,
pero con una brillante realización. Es más, todo el lenguaje remite a lo
cinematográfico, superando con creces a las rivales anteriores. Actoralmente
prima la solvencia de Javier Gutiérrez, Alejo Sauras y una chispeante Anna
Castillo. Quizá me resultó excesiva la presentación del conflicto con Roberto
Álamo y su trágico no final. Sin duda, La 1 necesitaba recuperar la confianza
en sus ficciones. El punto de partida del personaje principal asegura episodios
interesantes, veremos cómo los resuelven. Lo peor, su horario tardío, lastrada
por el patetismo insufrible de Javier Cárdenas, empeñado en ‘mortificarnos’ con
HORA PUNTA.
En cuanto a la ‘vuelta a la
parrilla’ se ha limitado a los magazines y programas diarios, con el hito del
flequillo de Ana Rosa o los nuevos grafismos de ESPEJO PÚBLICO. La que estrena
carpeta es Lara Álvarez, quemada de más entre DANI&FLO. Su función parece
insuficiente para levantar los nulos resultados del show. Por suerte, quedan
más intentos para las teles y su obsesión de liderar sólidamente. Aunque la
fragmentación de audiencias haya empobrecido los datos y ese 20% de share,
justo y necesario históricamente, parece hoy un milagro. Quizá tengan que pedir
a la Diosa Julia Gutiérrez Caba que extienda una de sus pantallas virtuales y
cambie el panorama.
# SÍ · Por el momento los canales se han respetado y han optado por no contraprogramar. Ojalá sea así todo el año y no hagan que el espectador esté perdido, maltratando los productos y teniendo a los equipos de trabajo con miedo a fatídicos desenlaces.
# NO · Seré pesado y lo diré cuantas veces sea necesario, pero echo mucho de menos aquellas galas fastuosas en las que se presentaba el arsenal de las teles para la rellenar cada franja. Con aquellos estilismos desorbitados, números musicales de dudoso gusto, guiños entre compañeros... Eran oro puro y un modo promocional perfecto. ¡Que vuelvan, que vuelvan!
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