La gala de anoche fue muy sosa como espectáculo televisivo.
Televisión Española y Gestmusic perdieron la oportunidad de crear un espacio
más dinámico, cortando la escaleta cual programa al uso. Hasta las presencias
internacionales quedaron deslucidas, por no hablar del jurado, que no juzgo su
entidad, pero sí su carisma en las intervenciones. Salvando a la hermanísima
Sobral. En cuanto a las puestas en escena me resultaron muy pobres, en general.
Es cierto que el resto se tiene que dar en la cita de Lisboa, pero el talent ha
demostrado que, cuando quiere, sabe poner patas arriba ese escenario. En el
caso de #Almaia, el ying-yang del suelo sobraba, era demasiado ‘cutre-luz’. Ellos
eran el todo y todo el mundo esperaba sus 'yoes' ancianos, bailando a la vida con
pasión. El episodio beso, mi mente maléfica diría que alguien aconsejó se
materializara en la votación final. En la rueda de prensa de esta mañana los
medios preguntaban si chocarán sus labios en el magno festival. Al compás
respondían que según lo sientan en el momento. El share sí que se resiente,
pero para bien, cuando no ocultan ese magnetismo. Por mucho que la pamplonica
se muestre recelosa, el marketing romántico siempre vende. A ver cómo se
preparan de cara a la gran cita. Por ahora
tienen que afrontar la finalísima de esta operación tan bien orquestada. Miedo
me da que acaben agotados con la cantidad de conciertos que anuncian, más la
promoción y demás. Después de estos tres meses intensos es lógico que quieran
aprovechar el tirón, siempre que no desdibujen los valores de estos chicos. El
pasado nos dio muestras de las malas prácticas, aunque confío en que tengan las
cabezas mejor amuebladas y asesoras a la altura.
Todos sabemos que Eurovisión en sí es un ejercicio muy
politizado y geoamistoso. Es de elogiar la entrega de los eurofans, que cuidan
todos los detalles y ayudan a mantener vivo el ADN de este encuentro de
artistas y canciones. Habrá muchos españoles, dada la proximidad, que se
desplacen hasta Portugal y se olviden de comprar toallas. O quizá encuentren
unas con un bordado a lo #Almaia, símbolo de su éxito. Ojalá sepan mimar y presentar
esta candidatura. Todo sea por acabar con los años fatídicos que llevamos a cuestas. Mientras tanto, fantasearemos con los doces en bucle y quién sabe si un
Roberto Leal de maestro de ceremonias el próximo año. Será inevitable venirse
arriba y escuchar el corazón contento de este par de enamorados. ¡Suerte y
alma, #Almaia!
# SÍ · El punto de tranquilidad de ambos. En el directo es
una garantía.
# NO · Agoney merecía defender un tema en solitario. Su voz
rotunda y esa ilusión como festivalero confeso hubieran garantizado un
espectáculo memorable.
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