martes, 26 de abril de 2016

La Embajonada de Bertín



El golpe de efecto de Antena 3 de estrenar en lunes LA EMBAJADA no pudo salir mejor. Y eso que su promoción tampoco me pareció excesiva, pero creo que empezar la semana con ficción es una buena estrategia. Datazos históricos de LA QUE SE AVECINA o MAR DE PLÁSTICO en la misma ubicación así lo demuestran. Sin duda, la competencia con MI CASA ES LA TUYA, de Bertín Osborne, se antojaba más reñida, pero el folclórico hispano/panameño cambió de cadena en horas bajas. Creo que no le acompañó el relativo tirón a la baja de sus invitados. Ágatha y Pedro J. tendrán palmeros, aunque suman más detractores. Así que ahí Telecinco no empleó bien sus cartas. Veremos si aguantan el embiste o se ponen nerviosos y vuelven al jamonero a los miércoles de éxito público. Está la parrilla un poco revolucionada, arañando puntos de share y provocando infartos en el enemigo. ¿Qué pasará en los próximos días? Puede suponer desde la cancelación de VIS A VIS a un baile imposible de formatos, estrellas y horarios. Si a eso le sumamos la irrupción de TEN y DKISS, el panorama audiovisual está que echa humo y los espectadores plácidos en su sofá, disfrutando de una oferta cada vez más variada.

Tras este breve contexto catódico, dedicaré palabras a LA EMBAJADA. Desde aquí reconozco mi admiración Bambú y sus ficciones, siempre con una factura y unos elencos muy sobresalientes. El punto de partida de la corrupción se antojaba perfecto en la coyuntura político/social que atravesamos. Vestir el relato en la diplomacia, con personajes que transitan de la ambición a la aparente inocencia, me resultaba alentador. Aunque visto el primer capítulo creo que han caído demasiado en el folletín, nunca mejor dicho. El abuso al recurso sexual en las tramas, sinceramente, sobra en muchas de ellas. Hay tanto que trasladar al espectador para posicionarse en el relato, que considero se perdieron en lugares comunes y placenteros. Eso sí, con una fotografía muy buena, en la que el ojo no siempre se deja engañar. Pasa como en EL PRÍNCIPE, el chroma suma, pero también da el cantazo. En cuanto a los actores, soberbio Raúl Arévalo, que no da puntada sin hilo en ninguna de sus interpretaciones. Qué decir de Belén Rueda, que no podemos esperar más de ella… Esa cara hierática en cada plano me ‘sobre-enconge’. La mismo cuando se entera de una supuesta infidelidad de su marido, que en el momento en que unos muchachos intentan agredirla sexualmente o cuando se pierde en los brazos insinuantes de Chino Darín, todo un descubrimiento. Aporta luz y novedad, algo que se agradece en nuestro panorama interpretativo. Como lo son las presencias de Abel Folk, Alicia Borrachero, Megan Montaner o Ana Gracia, la mitiquísima Berta de MOTIVOS PERSONALES. No me convencen nada Melanie Olivares, ni mucho menos el abigarrado Carlos Bardem. Y curioso me resultó el reencuentro adolescente de Maxi Iglesias y Úrsula Coberó, que parecía más bien un flashback de FÍSICA O QUÍMICA y sus personajes Ruth y Cabano. Amaia Salamanca se merece un capítulo propio, con su peluca en grana incendiado y esos dejes que se repiten en cualquiera de sus papeles. Rosauro podrá estar orgulloso de su Cata particular.

Me gusta que nos trasladen a Tailandia, con el contraste entre los nativos y los españoles, demostrando nuestro carácter altivo y no siempre generoso. ¡Vaya imagen!, dirán muchos, pero ya es hora de asumir lo que somos. El recurso al viaje temporal, desde el juicio del presente a la acción en la embajada y los tejemanejes un año atrás, dará mucho juego. Así como el rompecabezas de personajes, intrigas y dobles lecturas. El espectador agradece formar parte de esa curiosidad, amando a unos y queriendo enviar a los infiernos a otros. Veremos cómo avanzan las tramas y las caras de Belén. Así como su corte de pelo que, a mi juicio, echa años encima a la oxigenada actriz. Aunque a su personaje parece con que el argentino le eche algo más que una mirada basta y sobra. ¿Echará Bertín el resto y se entrevistará a sí mismo como protagonista de la actualidad fraudulenta? ¿Cambiará Vasile de estrategia y enfrentará a los vecinos de Montepinar con los embajadores corruptos? ¿Las chicas de cárcel se quedarán sin mono amarillo? ¿Tendrá Belén Rueda una cita no a ciegas en el restaurante de Sobera con su yerno interpretativo? ¡Cuántas dudas en el aire! ¡Todo por la audiencia!

#SÍ · El propio contexto, nuevo en nuestro catálogo de ficciones. Presentará una serie de historias que aunque no empaticen directamente con la audiencia, asegurarán mucha ‘chicha’.

#NO · Las pausas larguísimas de Publicidad, que rompían el ritmo. Aunque tardó en entrar el primer corte, siendo un estreno esperaba que hubieran cuidado más este aspecto y no se alargaran 7 minutos.

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